El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado su intención de implementar un arancel del 10% sobre las importaciones provenientes de Chile, lo que genera preocupación en el sector agrícola chileno. Según la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), esta medida afectará principalmente las exportaciones de frutas frescas, incluyendo cerezas, arándanos, manzanas, peras y uvas de mesa, así como el vino. Trump ha justificado esta política como un intento de "compensar los aranceles impuestos por otras naciones a Estados Unidos".

La reacción del sector agrícola ante esta decisión ha sido contundente y crítica. Víctor Catán, presidente de Fedefruta, ha tildado la medida de "perjudicial" tanto para los productores como para los trabajadores del área. Antonio Walker, representante de la SNA, ha calificado el arancel como "un retroceso en las relaciones comerciales bilaterales". Asimismo, Iván Marambio de Frutas de Chile ha alertado que el incremento en los precios de estas frutas en el mercado estadounidense, que podría alcanzar un 10%, afectará desfavorablemente la competitividad de las exportaciones frutícolas chilenas, destacando que los productos de Chile llegan a ese mercado fuera de temporada, lo que les otorga una ventaja en lugar de competir directamente con la producción interna.